La doctora Pantxike Casquero participó recientemente en un coloquio organizado por el periódico Deia para debatir sobre diversos aspectos relacionados con la obesidad junto a la doctora Nerea Gil, médico especialista en Endocrinología y Nutrición de la Clínica Piniés y el doctor Miguel Ángel Carbajo, director del Centro de Excelencia para el Estudio y Tratamiento de la Obesidad y la Diabetes.
Hay que recordar que la obesidad, enfermedad inflamatoria crónica, constituye un grave problema para la salud, sobre todo por su incremento en los últimos años. Se calcula que para 2030 la tercera parte de la población mundial pueda ser obesa.
Definición, orígenes, consecuencias de la obesidad
Partiendo de la misma definición de la enfermedad (una acumulación excesiva de grasa perjudicial para la salud. El Índice de Masa Corporal (IMC) permite clasificar el nivel de obesidad, un valor que se calcula dividiendo los kilogramos de peso por el cuadrado de la estatura en metros) los tres profesionales de la salud fueron poniendo en común sus puntos de vista, experiencias y casos prácticos procedentes de su amplia trayectoria profesional.
Desde los posibles motivos de la enfermedad, su obesidad y sus vínculos con otras patologías. Y es que la obesidad se asocia directamente con enfermedades como diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, apnea del sueño, artrosis e, incluso, se ha relacionado con algunos tipos de cáncer.
La doctora Pantxike puso de relieve que las últimas investigaciones están relacionando cada vez más la obesidad como el cáncer de mama y el de colón. Incluso añade que, hoy en día se está estudiante su relación con el Alzheimer.
Obesidad y edad
La edad de los pacientes fue otro de los temas a debate. Para el doctor Carbajo resulta sumamente preocupante que muchos de ellos sean jóvenes adolescentes mientras que la doctora Casquero la relación entre adolescencia y obesidad mucho tiene que ver el elevado consumo de alcohol entre la juventud, que implica la ingesta de grandes cantidades de azúcares. A grandes cantidades de alcohol, grandes cantidades de azúcares añadidos. La vida sedentaria de parte de la población complica aún más la situación. “Si bien es cierto que estamos ante un momento en el que hacer deporte, correr o acudir a los gimnasios se ha puesto de moda, no nos podemos olvidar de todas esas personas que pasan horas haciendo ‘tumbing’ ante un televisor”, añade Pantxike.
Atajar la obesidad es una emergencia social
A la pregunta de cómo se puede atajar el problema, los tres profesionales están de acuerdo en que la solución no es nada sencilla y que en ella tienen que intervenir muchos estamentos, desde sanitarios, sociales, educativos y políticos.
Carbajo insiste en que las autoridades tienen que intervenir de manera urgente para frenar el exceso de azúcares añadidos y de carbohidratos. Esta tendencia, afirma el doctor, va a hacer que en las próximas décadas el porcentaje de personas obesas siga aumentando.
Aunque las medidas deben de llegar de las instituciones sanitarias, la doctora Gil argumenta que, no es cuestión de echar balones fuera. La educación y enseñar unos correctos hábitos alimenticios es tarea de los padres, y por ahí es por donde hay que empezar. Gil apunta que los carros de la compra son un claro indicativo de lo que come una familia. Pero a nivel institucional, insiste, sería conveniente que se tomen otro tipo de medidas relacionadas, por ejemplo, con premiar a los alimentos saludables con un mejor precio y ‘castigar’ a los más dañinos con precios más altos.
En opinión de la doctora Pantxike, el conocimiento cambia aptitudes y por tanto, cree que campañas de información a nivel gubernamental ayudan a la población a estar informada y conocer que el exceso de azúcares resulta enormemente perjudicial para la salud. Concluye asegurando que los gobiernos deberían intervenir para atajar un problema que causa un gran gasto público.