Evidentemente no. La respuesta dependerá del estado previo del paciente en cuanto a su ecosistema intestinal, estado hormonal, emocional y actividades que realiza.
En los casos de una falta de respuesta, habría que analizar cada caso según horarios de ingesta, reparto de nutrientes, además de calidad y elaboración de los mismos. Muchas veces invertimos el reloj fisiológico y provocamos alteraciones en la permeabilidad intestinal y detoxicación hepática. En muy pocos casos podríamos atribuirlos a causas genéticas.
Por esto, en mi consulta, utilizo el test de intolerancia de alimentos como herramienta fundamental para realizar las dietas personalizadas. Es un chequeo sencillo mediante la electro acupuntura de Voll, una prueba indolora a través de los puntos de acupuntura que nos informa del estado funcional de los órganos, así como su respuesta a la ingesta de determinados alimentos.
*Publicado en ‘Qué!Nervión’, 8/03/2011